Drizzt está yendo a casa, pero no a Mithril Hall o al Valle de Viento Helado. Está yendo a Menzoberranzan, el mismo lugar que abandonó como un joven drow rechazado. Pero algo terrible, inmenso, innombrable, ha llegado a la Ciudad de las Arañas, sembrando la muerte y la destrucción a su paso.
Mientras que el daño del Oscurecimiento, de la guerra y de una Infraoscuridad devastada por los demonios produce grietas por todo
el Norte, causando daños irreparables, Drizzt y sus compañeros vuelven a encontrar que sus vidas se hallan en peligro. Cuando el ser primordial de Gauntlgrym despierta, Catti-brie y Gromph se aventuran en las ruinas de la Torre del Arcano, en Luskan, en busca del único poder capaz de mantener a raya a la bestia.

Mientras tanto, Jarlaxle tira de las cuerdas de todos ellos, orquestando una
obra maestra de la manipulación, que une a viejos enemigos y separa a viejos amigos. Pero incluso el astuto e ingenioso Jarlaxle podría no darse
cuenta de lo estrecho que es el camino que recorre. Tal vez la Ciudad de las Arañas haya caído ante los demonios y su malvado príncipe. ¿Qué hace pensar que los demonios vayan a detenerse ahí?